Título:
Warcross
Saga:
Warcross (#1)
Autora:
Marie Lu
Fecha de
publicación: septiembre de 2017
Editorial:
VRYA
N° de
páginas: 520
ISBN:
978-987-747-342-1
Para ellos, Warcross es mucho más que un juego, es un modo de vida.
La obsesión comenzó hace unos años y
ahora los seguidores de Warcross están dispersos por todo el mundo, algunos
ansiosos por escapar de la realidad y otros, esperando hacer algún negocio.
Emika Chen, una joven hacker, trabaja como cazarrecompensas persiguiendo a los
jugadores de Warcross que hacen apuestas ilegales. Pero el mundo de los
cazadores es muy competitivo y sobrevivir en él se convierte en una verdadera
hazaña. Emika necesita dinero y se arriesga a ingresar ilegalmente al juego
inaugural del Campeonato Internacional de Warcross… y, por una falla técnica,
termina metiéndose dentro de la acción y convirtiéndose en furor de la noche a
la mañana.
Convencida
de que la arrestarán, Emika no puede creerlo cuando recibe una llamada de Hideo
Tanaka, el creador del juego, con una oferta irresistible: necesita un espía
dentro del torneo para desentrañar un problema de seguridad y quiere que ella
se encargue. Rápidamente, la envían a Tokio, donde se ve sumergida dentro de un
mundo de fama y dinero. Pronto su investigación se vuelve cada vez más oscura y
se da cuenta de que la persona que está violando la seguridad del juego puede
traerle consecuencias terribles al imperio de Warcross.
Este libro lleva acumulando polvo en
mi librero desde hace ya tres años, era momento de leerlo de una vez. Había
leído un par de cosas sobre el libro ya y estaba muy emocionada con su
publicación en Argentina; lamentablemente, por ese tiempo llegó a mis manos El juego infinito, una saga que, siendo
de temática similar, no me gustó demasiado. Demasiado saturada porque hacía
poco había leído Ready Player One
también, lo dejé estar hasta que el maravilloso desafío anual de Copa de las
Casas me hizo leer un libro que empezara con W.
Me causa mucha gracia, porque
siempre me pasa lo mismo con los libros de Marie Lu: los miro de lejitos pero
me cuesta dar ese primer paso y agarrarlos, mas una vez que los empiezo, no
puedo parar hasta terminarlos. Me pasó con las sagas de Legend y The Young Elites,
y ahora que publicaron su último libro acá estoy con muchísimas ganas de leerlo
(aunque no tantas como de leer Wildcard).
Así y todo, no aprendo, acabo devorándome los libros sin tener la continuación
y siempre me quedo frustrada y con ganas de más.
Pasando ya a lo que es la historia
en sí (y pasando por alto que la sinopsis medio que mata la tensión inicial,
por suerte se me ocurrió leerla cuando ya había pasado esa parte porque da
demasiada información), tiene ese ritmo atrapante y propio de las historias de
Marie Lu, condimentado por el factor de que nuestra protagonista va a
contrarreloj. Con todas en contra, debe luchar no solo para obtener la
información necesaria para evitar una desgracia, sino que también debe hacerlo antes
de que otros cazadores se le adelanten.
Si bien la temática del mundo de
realidad virtual es algo que se ha visto bastante en los últimos años, Warcross
lo presenta de una forma distinta; esta vez, esa realidad virtual se encuentra
presente en el mundo real, como una “mejora” de dicha realidad. Es así que no
solo se puede personalizar la misma, incluso optando por el grado en el que uno
quiere que esté presente, sino que también se puede acceder a ciertas
herramientas a través de la red (por ejemplo, mostrar con más claridad un cielo
estrellado).
Son muchas las variantes
introducidas en esta nueva dimensión virtual, que la vuelven bastante
interesada, pero lo que más me gustó de todo es precisamente eso, que se puede
aplicar a la realidad; no es como si las personas que se la pasan conectadas
tengan que recurrir a sarcófagos o se vean limitados en sus movimiento, siguen
con su día a día como si nada y eso hizo que sintiera esa realidad virtual como
más cercana. Es un mundo en el cual a uno le gustaría sumergirse.
Y, sin dudas, otra cosa que me llamó
la atención es, duh, el Warcross. Como amante de los videojuegos y los deportes
que soy, amé el desarrollo que le dio Marie Lu. Partiendo de una base simple,
como podría ser “atrapar la bandera”, lo rebuscó de tal forma que no solo lo
volvió entretenido, sino que logró que cada partido tuviese lo suyo. Si bien no
se describe cada juego, porque en eso se iría todo el libro, me vi inmersa por
completo en los que si llegó a ahondar.
Sin dudas los personajes también
ayudan en eso; cada uno tiene su personalidad única y peculiar, y mientras
avanzaba por la novela, cada vez que mencionaban al equipo de Emika, no podía
evitar pensar en Big Hero 6. Si bien no hay demasiado desarrollo a nivel
personal (o por lo menos no tanto porque todo transcurre en un período de
tiempo muy corto y se da más peso a la acción que a la evolución del personaje)
las contrariedades que constantemente atacan a nuestra protagonista ayudan a
que podamos ver diferentes facetas de ella. Me gustó que se recurriera a esto
en lugar de a la típica evolución magistral de un personaje que a la larga
acaba sintiéndose forzada.
Lo único que puedo decir que me
chocó un poco es que se me hizo un poco predecible. ¿Hizo eso que no me
emocionara con el final? Para nada, a pesar de que los aspectos clave de la
historia se me habían hecho bastante obvios, está llevado de tal forma que no
pude evitar emocionarme; me dejó también las incógnitas suficientes como para
necesitar Wildcard ya a pesar de
apenas haber terminado el primer libro.
Si están incursionando en Marie Lu, Warcross me parece un buen punto de
partida, con una temática entretenida y una trama dinámica, en la que siempre
están pasando cosas nuevas. Peeeero, eso sí, se van a perder algunos guiños a Legend que aparecen a lo largo de la
historia y que bastan para sacarle a uno una sonrisa.
¡Esto es todo por hoy! ¿Leyeron algo de Marie Lu?
Poco a poco voy avanzando con esta autora, que, de momento, siempre me ha
sorprendido para bien. Es de esas adicciones que no necesitan superarse.
¡Hasta la próxima!
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