Chan, chan, chaaaan~ Hello,
readers! Hoy nos toca una reseña especial. Nada más ni nada menos que Citrus,
manga de Saburouta. Hace tiempo que este manga había captado mi atención aunque
no tenía idea de qué trataba, ¿podemos tomarnos un segundo para admirar lo
aesthetic del estilo de dibujo? IVREA también la hizo bien combinando las
distintas portadas.
Siendo que la consigna del mes
para CCBBB era leer un manga LGBT, ya no pude resistirme, y al final acabé
tragándome los diez tomos que componen la obra. Primero que nada, déjenme
decirles que la historia gira en torno a un tema un tanto controversial, el
incesto.
La historia nos presenta a
Yuzu, una estudiante hiperactiva y alborotada que comienza una nueva vida
después de que su madre se case con un hombre el cual Yuzu jamás vio en su
vida. Tras mudarse a su nueva casa, descubre no solo que su padre está de
viaje, sino que ha dejado de ser hija única. A partir de ahora, se verá
obligada a compartir su vida con la responsable Mei, la presidenta del consejo
estudiantil y nieta del director que, podríamos decir, es su polo opuesto.
La vida de Yuzu parece ir en
picada a medida que va conociendo más aspectos de su nueva. No solo es
únicamente femenina, sino que las normas son demasiado estrictas. Siendo una academia
a la que asisten en su mayoría hijas de familias ricas que esperan que las
conviertan en damas listas para ser comprometidas, el estilo tan liberal de
Yuzu no tarda en meterla en problemas. La política de control de uniforme, la
prohibición del celular y la regla de que las estudiantes deben ir directo a
casa después de las clases serán las principales enemigas de nuestra
protagonista, que no tardará en romper cada una de ellas.
La presencia de Mei es un
misterio para ella. Estricta y cerrada, parece decidida a llevarse mal con
Yuzu, quien sobrevive el día a día gracias a Harumin, su nueva amiga. Sin
embargo, lejos de conseguir que su nueva hermanastra se aparte de ella, logra
que los deseos de esta por conocerla crezcan cada vez más, al punto de que,
incapaz de formar un lazo de hermanas, Yuzu comienza a interesarse en Mei de
otra forma que escapa a su entendimiento. Tenemos entonces un doble conflicto,
Yuzu, quien creció idealizando el amor y rodeada de amigas que no ven la
homosexualidad con buenos ojos, empieza a sentir intensos sentimientos por una
chica, y por nada más ni nada menos que su nueva hermanastra.
Esta es Harumin, me la re imaginaba pelinaranja. |
Por demás, tenemos todos los
condimentos de un típico manga escolar: la lucha del día a día por obtener
buenas calificaciones, las presiones sociales, las amistades con otras
escuelas, todo eso condimentado con viajes escolares, festivales de verano y un
romance que resulta cada vez más difícil de ocultar, sobre todo cuando amigas
de la infancia de Mei y Yuzu empiezan a intervenir.
Si bien admito que, de a
ratos, se me volvía un poco monótono (más que nada porque Yuzu se la pasa
teniendo crisis acerca de las mismas cosas porque, al ser Mei cerrada en lo que
refiere a sus sentimientos, se volvía inaccesible). Pero solo hubo un tomo que
no me terminó de cerrar. Por demás, siempre hay algún condimento extra. Se
tocan temas políticos de la alta sociedad y, ya de por sí, la extraña relación
de Mei con su familia es todo un tema. Hasta cierto punto me hizo acordar a
Marmalade Boy, uno de mis mangas favoritos.
Los personajes son diferentes,
entretenidos y hacen la historia llevadera. Mi favorita de lejos fue Harumin,
de quien me hubiese gustado ver un poco más de desarrollo pero, ¿qué decirle?
La amo. Si fuera un personaje de Citrus sin duda hubiese ido a por ella.
Matsuri también me gustó mucho, si bien de a ratos me daban ganas de darle
terrible cachetada por sus actitudes, su carácter controlador y su actitud de “todo
es parte del plan” creaban tensión y dinámica.
Lo que sí, el final no me
terminó de convencer. Si bien, al ser diez tomos en los que ves cómo la
relación va teniendo sus altos y bajos, quería un happy ending para Yuzu y Mei,
la forma en la que se cerró la historia me pareció un poco idealista y forzada
(sobre todo por parte de ciertos personajes, que sentí que no actuaron según lo
que fuimos viendo de ellos durante todo el manga). Se me ocurre más de una
manera de llegar a la misma conclusión a través de un mejor proceso. La cosa
venía bien, pero el último tomo me dejó un sabor agridulce (igual me gustó
bastante, más allá de ello).
El manga tiene una adaptación
al anime. Según leí, toma los primeros 15 capítulos, lo cual me frustra mucho
porque el salseo intenso viene después. ¿QUÉ HACES CON LOS PRIMEROS 15
CAPÍTULOS? ¿EH? ¡EXIJO UNA SEGUNDA TEMPORADA! Como sea, les dejo el opening acá
abajo~
¡Eso es todo por hoy, readers!
La verdad, para ser mi primer manga yuri, estoy bastante satisfecha. Me
gustaría leer más mangas LGBT+ así que estoy buscando recomendaciones. Si les
gusta el manga, ya saben, do your thing (?)
¡Hasta la próxima!
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