Así como hay libros que me gustaron mucho, hay otros que no me gustaron en demasía, así que también quería hacer esta nota también, si ponía todo en una iba a quedar demasiado extensa. Estos, a diferencia de la nota de los cinco libros que más me gustaron, no tienen orden estipulado.
Leí Falsa proposición de Heidi Rice como parte de un desafío de lectura en el cual tenía que leer una de las historias de Harlequin. Había varios, pero compré éste porque era el que parecía zafar más dentro de todos los que había, y si éste era así, no quiero ni imaginar cómo eran los demás. Si algo me causó este libro fue risas, era tan malo, TAAAAAAN malo, aunque no soy muy fan del género erótico y, probablemente, cualquier novela erótica que dure lo que esa duró me arrancaría tantas risas como éste. Obviamente es uno de esos libros en los cuales meten escenas de sexo por meterlas, en cualquier lado, por más que no tenga sentido alguno. Sexo, sexo, sexo, embarazos extraños, que sí, que no, todo un tema. Sinceramente no me acuerdo ni cómo concluye la historia, a pesar de haberla leído este año, la borré totalmente de mi mente.
Stunning, de Sara Shepard, es uno de los libros que sí me sorprendió. Vengo leyendo la saga de Pretty Little Liars hace bastante tiempo, y, por lo general, me suele gustar. Sin embargo, este libro en particular me pareció carente de contenido. Hace rato ya que siento que los libros están escritos porque sí, para alargar, el hilo de la saga apenas se mantiene; meten a X personaje sospechoso, todos piensan que es A, resulta no ser A y el personaje X desaparece de nuestras vidas. Ya había pasado lo mismo, pero la trama de Stunning me pareció densa y aburrida, sentía que estaban sacando sospechas de abajo de la galera, creo que es precisamente por eso que todavía no leí el libro que le sigue. Espero que, cuando lo haga, no me encuentre más de lo mismo.
Scarlets es otro de los libros que me sorprendió. Si bien es un spinoff y no está centrado en los protagonistas de la saga Asylum, trata de uno de los personajes de la misma, Cal. Cal es un personaje al que le podrían haber dado un trasfondo mucho más interesante. Está entrelazado con la historia principal de una forma que se podría haber explotado mucho más, él daba para más, pero siento que Madeleine Roux no lo apretó lo necesario. A diferencia de en Los artistas de huesos, en el cual se narra la historia de Micah, mucho más oscura, nos encontramos simplemente con un problema familiar que, de haberlo querido realmente, Cal podría haber evitado.
Lesath llegó a mi vida por pura casualidad. Me compré el primer libro de la trilogía el año pasado, necesitaba algo nuevo que leer y la tapa me parecía linda. Sí, eso es todo, la llevé por eso y porque me gustan los elfos. Llegué a mi casa y comencé a leerlo. No había pasado ni media hora y ya sabía que era un error. El repentino amor entre los protagonistas me causó TANTO rechazo que, por primera vez en años, decidí dejar una trilogía sin terminar. Me habían regalado el segundo libro, lo había empezado a leer pero, con tan solo leer un capítulo, supe que sería más de lo mismo y lo dejé de lado. Este año, haciendo el mismo desafío por el cual leí el primer libro de los nombrados, me encontré con una pauta que inmediatamente me hizo pensar en El trono vacío: "un libro que juraste no volver a leer". Fue instantáneo, el primero que me vino a la mente... Me armé de paciencia y lo leí en dos días, queriendo sacármelo de encima lo más pronto posible pero no lo suficiente como para no hacer una pausa cada cierto tiempo y evitar lanzar el libro por la ventana. Zul y Sorcha fueron, definitivamente, la razón por la que acabé de leer el libro. Finalmente me enteré que, a diferencia de lo que yo pensaba, Lesath era una trilogía y no una saga, así que acabé comprándome el tercero para ver en qué quedaba la relación entre los magos. Me irritó mucho el predecible final, el cual no voy a spoilear, y cada vez que lo recuerdo, me irrita con la misma fuerza. Sí, no es una lectura que recomendaría, al menos que les gusten las historias románticas cliché en las cuales no puedes avanzar ni un capítulo sin una carga azucarada de por medio.
Este libro es el último de la lista, el Festival de la blasfemia, de Dross. Me decepcionó mucho. Me gustan mucho los videos de Dross, me parecen muy interesantes. Pensé que, si sus videos eran así, un libro escrito por él sería igual se interesante; no me había animado a comprar el primero porque me causaba cierto rechazo, de hecho, dudo mucho que lo vaya a leer en algún momento, pero no pensé que iba a ser para tanto. Ni bien empecé a leerlo, pensé "¿qué hice?". La historia no es taaaaaaaaaan mala, pero la forma en la que transcurren las cosas no me agradó, también me pareció que tenía una sobrecarga de insultos que, si bien es comprensible en un libro de este estilo, me pareció excesiva, MUY excesiva. Se convirtió en uno de los libros que me apresuré a leer solo para sacármelo de encima y lo que esperaba de Dross como escritor se fue por el drenaje. Sigo pensando que él podría escribir algo bueno, más realista e interesante, pero la próxima vez me voy a asegurar de consultar con alguna de mis personas cercanas antes de comprarlo.
Esto es todo~ Estuve considerando un buen rato el hecho de poner, al igual que en el otro top, un bonus. En este caso sería, sin duda Legend, de Marie Lu, pero después de pensarlo un buen rato, me pareció que tampoco merecía ser clasificado como uno de los libros que menos me gustó, así que no, no hay bonus.
Obviamente este top ha sido armado en base a mis gustos, no digo que un libro sea malo, cada uno tiene gustos distintos, hay personas a las que estos libros le gustaron mucho, pero no a mí, simplemente es una opinión personal. Es todo por ahora, ¡nos vemos el año que viene!
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