viernes, 23 de octubre de 2020

[Reseña] Betibú - Claudia Piñeiro

 

Título: Betibú
Título original: Betibú
Saga: -
Autora: Claudia Piñeiro
Fecha de publicación: abril de 2011
Editorial: Alfaguara
N° de páginas: 348
ISBN: 978-987-041-78-80







Cuando parece que la tranquilidad ha vuelto a reinar en el country La Maravillosa, Pedro Chazarreta aparece degollado, sentado en su sillón favorito, con una botella de whisky vacía a un costado y un cuchillo ensangrentado en la mano. Todo hace suponer que se trata de un suicidio. Pero pronto aparecen las dudas. ¿Acaso algún justiciero habrá querido vengar la muerte de la mujer del empresario, asesinada tres años antes en esa misma casa? ¿Será ésta la última muerte?

El Tribuno, uno de los diarios más importantes del país, deja de lado por unos días su enfrentamiento con el gobierno para cubrir a fondo la noticia. Al escenario del crimen, envía a Nurit Iscar, una escritora retirada, y a un periodista joven e inexperto. Y aunque el antiguo jefe de la sección Policiales, Jaime Brena, ha sido desplazado por sacar los pies del plato, decide involucrarse en el caso y ayudar a su reemplazante y a Nurit, a quien admira en secreto.

Una novela atrapante, en la que la autora de Las viudas de los jueves vuelve a desplegar todo su talento narrativo para contar la investigación de un crimen y trazar un retrato del país. Lectora aguda de la realidad y de los comportamientos sociales, Piñeiro echa luz sobre las relaciones entre el periodismo y el poder y sobre los cambios que se han producido en los medios de comunicación, y nos enfrenta a un mundo de límites y controles en el que a pesar de todo siempre existe la posibilidad de tender puentes y apostar de nuevo.





Podría decirse que llegué a esta novela de pura casualidad, Claudia Piñeiro llevaba rato en mi lista de autoras pendientes por leer pero, entre una cosa y otra, nunca acabé sentándome seriamente a leerla. Intercambiando comentarios en el grupo de Slytherin, de Copa de las Casas, una de las chicas comentó que había leído Tuya, otro de los libros de la autora, y que no solo era buena sino rápida de leer. Empecé a investigar un poco más acerca de los libros que Claudia había publicado y, no sé por qué exactamente, acabé descartándome por Betibú.

Les digo, a día de hoy, a dos meses de terminar el año, que es bastante probable que acabe leyéndome el resto de sus novelas antes de que el mismo concluya; Claudia Piñeiro fue para mí un gran descubrimiento, como amante de los policiales que soy, hace tiempo que no me veía tan entretenida.

La historia nos introduce a tres personajes: Nurit Iscar, conocida por sus amigos como Betibú, Jaime Brena, un periodista chapado a la antigua, de calle y con mucho conocimiento por transmitir, y “el pibe de Policiales”, un chico joven que, si bien es el nuevo encargado de la sección de Policiales del diario, ni siquiera acaba de entender por qué decidió quedarse en esa sección. Si bien Jaime y Nurit llevan tiempo de conocerse, cada uno vive una vida solitaria, apartado de los demás. Nurit, en su tiempo, fue una escritora bestseller, pero tras una crítica que la destruyó publicada por el diario el Tribuno, su carrera se desvirtuó hasta acabó convirtiéndose en una escritora fantasma.

Algo que cabe destacar desde un inicio es el choque generacional, que se ve reflejado ante todo en Jaime Brena y el pibe de Policiales; el primero lleva más de diez años trabajando allí y, a pesar de ser el mejor escritor de Policial que tiene el periódico, se vio relegado a la sección de Cultura, donde pasa sus días escribiendo notas que no solo le resultan tontas sino que amargan cada uno de sus días; el segundo, apenas está entrando en carrera, si bien trabajó en otro periódico antes, apenas sabe lo que quiere, no tiene una buena base, no lee demasiado y vive colgado de internet.

Lo que me gustó tanto de este equipo fue la amplitud de posibilidades que la escritora nos trajo con esto, resaltando la importancia de ambas partes en el asunto. Continuamente nos encontramos con pares dicotómicos, que, a la larga, su existencia logra mantener la balanza en equilibrio. Tinta o red, hombre o mujer, experiencia o inexperiencia, vejez o juventud. El trabajo en equipo se hace clave cuando Nurit se ve en situación de trabajar en conjunto con el encargado de la sección de Policiales, trabajo que no hubiese sido ni la mitad de bueno de no haber sido por la intervención de Brena que, si bien comienza como mediador, no tarda en verse volcado de lleno en el caso, pudiendo paladear una vez más la adrenalina que tanto echaba de menos.

A través de estos personajes bien construidos, Claudia nos lleva a una aventura que, a pesar de su carácter ficcional, tiene mucho de realidad. Llevándonos de paseo por Buenos Aires, le pegamos una revisada a cómo el periodismo fue cambiando con el transcurso del tiempo, volviéndose más accesible pero también más plano; Nurit es una mujer que desconfía, que no se conforma con la primera hebra de información y que escarba hasta dar con las raíces de la misma, tomando distintas fuentes para así formar una agenda personal y logrando forjar así su juicio propio. Son hábitos que invitan a ser practicados. Los consejos de los personajes son constantes, resaltando a cada momento la importancia de leer y de mantenerse informados, consejos que, como lector, uno bien puede tomar.

Es así que, en su novela, Claudia nos presenta a mucho más que un policial, nos brinda también una guía; toma conceptos de la antigüedad clásica y los trae hasta el día de hoy y, a través de los mismos, nos enseña una lección que, una vez más, invita a mantener los ojos abiertos. Es una lectura ágil, atrapante, que transmite mucho a través de diálogo y accionar. Toca temas sensibles: violaciones, aborto. Y nos hace una pregunta, ¿quién es en realidad quien define lo que es o no justicia? ¿Hasta dónde llega la culpa de uno? ¿Está la inacción justificada? Hay tantos hilos interesantes entramados gracias a la gama de personajes que entran en escena que acaba siendo una novela muy rica, que invita al debate.


Si este es el primer acercamiento que tienen a Claudia Piñeiro, espero que le den una oportunidad. Si les gustan los policiales, de seguro van a encontrar en esta novela un buen acercamiento. Es entretenida pero, a su vez, deja mucho qué pensar.

¡Hasta la próxima!


martes, 20 de octubre de 2020

[Reseña] Muerte de tinta - Cornelia Funke

 

Título: Muerte de Tinta
Título original: Tintentod
Saga: Mundo de Tinta (#1 - #2 - #3)
Autora: Cornelia Funke
Fecha de publicación: julio de 2010
Editorial: Fondo de Cultura
N° de páginas: 702
ISBN: 978-607-160-09-67







La trilogía del Mundo de Tinta se acerca a su final. La muerte de Dedo Polvoriento ha dado a la historia un giro inesperado. El destino de Mo en el Mundo de Tinta comienza a tomar su propio camino: él se ha transformado en Arrendajo y será la clave para terminar con el reinado de Cabeza de Víbora. Orfeo, sin embargo, tiene planes para hacerse con el poder modificando la historia Fenoglio mientras el viejo autor lucha contra la culpa y la impotencia. Meggie irá tras su padre mientras Resa se une a los titiriteros para salvar a los niños de Umbra de las minas de plata de la Víbora. Al final, las Mujeres Blancas seguirán reclamando la vida de Lengua de Brujo y de Dedo Polvoriento, que han hecho con ellas un trato que tal vez no puedan cumplir...

No puedo creer que terminé esta trilogía y, con ella, una de mis metas literarias de este año. Me gustó cómo se fueron llevando las cosas, al ser un libro tan largo, cada acontecimiento tiene su propio lugar y, si bien las distintas situaciones se van dando por separado, no tardan en empezar a entremezclarse, por lo que una imagen final va cobrando forma.

Fue en este último libro que me di cuenta que me había encariñado con los personajes más de lo que había notado, sobre todo con Dedo Polvoriento, a quien por alguna extraña razón (quizás por la forma en la que se suele mover) no puedo dejar de imaginármelo como Aizawa de Boku no Hero (?) Tan solo hubo un personaje cuyo final no me terminó de cerrar y fue Farid. De a ratos, su desarrollo se sintió un pelín forzado, aunque puede que esté siendo un poco quisquillosa porque es de mis personajes favoritos. Todo lo que fue ese triángulo amoroso se me hizo medio random porque no puedo dejar de ver a Meggie como a una niña.

Me gustó el final, tuvo la tensión necesaria y sus vueltas inesperadas. Sin embargo, debo admitir que, después de dicho final, el capítulo que funciona a modo de epílogo se me hizo un poco pobre; no es que esté mal, pero sentí que contrastaba demasiado con todo el resto del libro.

En fin, me pone un pelín triste despedirme de estos personajes. El trato que le da esta saga tanto a la lectura como a la escritura tiene un toque mágico que se disfruta mucho que le da muchos puntos a favor. Creo que un amante de las mismas sin dudas va a disfrutar sumergirse en estas páginas.

Como extra, siendo esta mi lectura para el desafío entre casas que nos puso Gryffindor, nos piden que hablemos del valor que más admiramos de Gryffindor y lo expliquemos con un personaje de dicha casa. Me parece también una buena oportunidad de profundizar un poco más en el asunto ya que siento que muchos personajes de esta saga serían parte de esta casa. Hay dos cosas que me gustaría resaltar de los leones: para empezar, el temple. Por lo general, el valor que más tiende a resaltar en Gryffindor es la osadía, y sí, si bien es algo importante, creo que no se suele valorar la capacidad de permanecer tranquilos ante situaciones adversas.

Obviamente, esto es algo que resalta mucho en Harry, desde situaciones tan simples como no entrar en pánico durante su primera vez volando en escoba hasta su capacidad de mantenerse en control a la hora de enfrentar un trol de la montaña por salvar a otra persona. También es una cualidad que se ve puesta a prueba de mil y un formas a lo largo de esta saga, especialmente a través de todas las dificultades que Arrendajo debe superar en este cierre de trilogía. Otro personaje que va muy ligado a ello es Resa, en este último libro le pasaron la mil y unas pobre, pero aún así, continuó luchando por su familia hasta las últimas consecuencias. Es un personaje que tiene mucho que admirar.

Pero una segunda cosa que me gusta mucho de Gryffindor y que, en lo referente a la saga, es la casa en donde más se nota, es en la diversidad y versatilidad que hay de estudiantes. Por lo general, a Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin se los suele ver en grupos y, si no van en grupos, siguen ciertas alineaciones (algo que incluso se ve remarcado cuando, en el Torneo de los Tres Magos, Beuxbatons se une a Ravenclaw en la mesa y Durmstrang se une a Slytherin). Esto probablemente se deba a que, al ser Gryffindor la casa más trabajada a lo largo de la saga, tenemos una visión más amplia de la misma que de las demás, pero es de resaltar que a Luna, por ser diferente, sus compañeros de casa le esconden las cosas y la tachan de rara, mientras que a Fred y George los leones siempre los reciben con los brazos abiertos, así como a Neville, quien en sus primeros momentos parece contradecir al “estereotipo Gryffindor”.


Ahora sí, eso es todo por hoy. ¿Cuáles son sus sagas favoritas? ¿Se aventuraron alguna vez en alguna que tuviese libros tan extensos que resultasen intimidantes? Los leo en los comentarios.

¡Hasta la próxima!


jueves, 15 de octubre de 2020

[Reseña] La maldición de Hill House - Shirley Jackson




Título: La maldición de Hill House
Título original: The Haunting of Hill House
Saga: -
Autora: Shirley Jackson
Fecha de publicación: febrero de 2018
Editorial: Penguin Random House
N° de páginas: 232
ISBN: 978-607-316-18-55






Hill House una mansión solitaria y de siniestra reputación. Montague decide alquilarla y busca ayudantes dispuestos a pasar una temporada en ella. El objetivo tomar notas de cualquier fenómeno paranormal que se presente para documentar el libro sobre casas encantadas que prepara el doctor. Las alucinantes experiencias que vivirán en la casa será mejor que el lector las descubra por sí mismo.


¿Cómo empezar siquiera a escribir una reseña que le haga justicia a este libro? Creo que el que me esté planteando esa pregunta ya habla de lo mucho que me gustó la novela. Llegué a ella, al igual que muchos, a través de la serie de Netflix. Ahora que los creadores de la misma lanzaron Bly, el hype volvió con fuerza y, ya que en su momento no me había detenido a leer la novela dije “why not?”. I mean, octubre, mes del terror; mi otra lectura actual es Todos los cuentos de los hermanos Grimm, que al ser cortos son más sencillos de compaginar… Además, siempre había querido hacer eso de ponerme a leer novelas de terror en esta época pero siempre, entre una cosa y otra (generalmente por la cursada), se me complica. ¡No hay momento como el presente!

De modo que me sumergí en las páginas de
La maldición de Hill House. Si bien la serie me había gustado muchísimo, sabía de antemano que la historia presentada en la novela distaba de ser la que vi en aquel entonces, de modo que las diferencias entre una y otra no me tomaron por sorpresa. ¿Primera recomendación? No encaren este libro buscando la misma trama, si bien tiene ciertas similitudes, es otra historia; para empezar, Nell, Theo y Luke son completos desconocidos cuando pisan por primera vez Hill House.

Pasando a la trama, la historia comienza cuando, tras una convocatoria, el doctor Montague, un investigador de lo oculto desde una perspectiva un poco más ligada a la ciencia, junto a sus tres ayudantes: los anteriormente mencionados Eleanora, Theodora y Luke, quien se une a la aventura en calidad de futuro heredero de Hill House. Si buscan un terror inmediato, de ese en el que ya desde el primer momento nos encontramos con sucesos paranormales o pequeños sustos, este libro no es para ustedes.

Shirley Jackson hace un maravilloso trabajo a la hora de construir el clima en el que tienen lugar los hechos. Poco a poco, convirtiéndose en el acompañante de Nell, vamos adentrándonos en la historia, descubriendo que, al parecer, la casa no es la única que tiene secretos por descubrir. Pero a pesar de que las primeras páginas de la novela se centran más en la introducción de los personajes y el contexto que los rodea, la tensión que acompaña la historia está presente desde el momento cero, algo que se puede sentir no solo a través de los actuales huéspedes del lugar, sino más bien como un todo. Cada pequeño detalle va construyendo la tela, a veces sin que uno se percate el todo.

No es de extrañar que esta novela se haya vuelto un ícono del terror, el cual diversos autores toman como base de inspiración. Si son amantes del género, es una novela que no deben pasar por alto. Si bien se podría clasificar el libro como terror paranormal, al fin y al cabo todo apunta a que Hill House es una casa embrujada en todas las de la ley, sin duda el principal protagonista es el terror psicológico. Uno de los detalles que más me gustó de la obra es que, si bien Hill House afecta a todos (al punto de que las personas en los pueblos cercanos fingen que no existe o no hablan de ella), la maldad que yace en la casa afecta a cada uno de una forma diferente. Es por eso que resulta tan interesante ver la evolución que va sufriendo Eleanor, nuestra protagonista, a lo largo de la historia.

Contarles más sería ya entrar en terreno de spoilers y no es algo que quiera así que voy a dejar la reseña hasta acá. Insisto en que, si son amantes del terror, le den una oportunidad y no se dejen llevar por el hecho de que las primeras páginas pueden resultar un tanto pesadas. Hay que tener en cuenta que la obra original se publicó en 1959 así que la pluma de Shirley tiene esas pinceladas de clásico. Por mi parte, tanto la estructura de la novela como la narrativa de la autora me dejaron con ganas de descubrir más de ella.

Les dejo a continuación el trailer de la serie:



 

¡Eso es todo por hoy! ¿Han leído la novela o leído la serie? Si hicieron ambas, ¿qué les pareció? Si no hicieron ninguna, ¿cuál es su libro de terror favorito? Voy a estar esperando sus recomendaciones. Los leo en los comentarios.

¡Hasta la próxima!


jueves, 8 de octubre de 2020

[Reseña] Warcross - Marie Lu




Título: Warcross
Saga: Warcross (#1)
Autora: Marie Lu
Fecha de publicación: septiembre de 2017
Editorial: VRYA
N° de páginas: 520
ISBN: 978-987-747-342-1







Para ellos, Warcross es mucho más que un juego, es un modo de vida.

La obsesión comenzó hace unos años y ahora los seguidores de Warcross están dispersos por todo el mundo, algunos ansiosos por escapar de la realidad y otros, esperando hacer algún negocio. Emika Chen, una joven hacker, trabaja como cazarrecompensas persiguiendo a los jugadores de Warcross que hacen apuestas ilegales. Pero el mundo de los cazadores es muy competitivo y sobrevivir en él se convierte en una verdadera hazaña. Emika necesita dinero y se arriesga a ingresar ilegalmente al juego inaugural del Campeonato Internacional de Warcross… y, por una falla técnica, termina metiéndose dentro de la acción y convirtiéndose en furor de la noche a la mañana.

Convencida de que la arrestarán, Emika no puede creerlo cuando recibe una llamada de Hideo Tanaka, el creador del juego, con una oferta irresistible: necesita un espía dentro del torneo para desentrañar un problema de seguridad y quiere que ella se encargue. Rápidamente, la envían a Tokio, donde se ve sumergida dentro de un mundo de fama y dinero. Pronto su investigación se vuelve cada vez más oscura y se da cuenta de que la persona que está violando la seguridad del juego puede traerle consecuencias terribles al imperio de Warcross.



Este libro lleva acumulando polvo en mi librero desde hace ya tres años, era momento de leerlo de una vez. Había leído un par de cosas sobre el libro ya y estaba muy emocionada con su publicación en Argentina; lamentablemente, por ese tiempo llegó a mis manos El juego infinito, una saga que, siendo de temática similar, no me gustó demasiado. Demasiado saturada porque hacía poco había leído Ready Player One también, lo dejé estar hasta que el maravilloso desafío anual de Copa de las Casas me hizo leer un libro que empezara con W.

Me causa mucha gracia, porque siempre me pasa lo mismo con los libros de Marie Lu: los miro de lejitos pero me cuesta dar ese primer paso y agarrarlos, mas una vez que los empiezo, no puedo parar hasta terminarlos. Me pasó con las sagas de Legend y The Young Elites, y ahora que publicaron su último libro acá estoy con muchísimas ganas de leerlo (aunque no tantas como de leer Wildcard). Así y todo, no aprendo, acabo devorándome los libros sin tener la continuación y siempre me quedo frustrada y con ganas de más.

Pasando ya a lo que es la historia en sí (y pasando por alto que la sinopsis medio que mata la tensión inicial, por suerte se me ocurrió leerla cuando ya había pasado esa parte porque da demasiada información), tiene ese ritmo atrapante y propio de las historias de Marie Lu, condimentado por el factor de que nuestra protagonista va a contrarreloj. Con todas en contra, debe luchar no solo para obtener la información necesaria para evitar una desgracia, sino que también debe hacerlo antes de que otros cazadores se le adelanten.

Si bien la temática del mundo de realidad virtual es algo que se ha visto bastante en los últimos años, Warcross lo presenta de una forma distinta; esta vez, esa realidad virtual se encuentra presente en el mundo real, como una “mejora” de dicha realidad. Es así que no solo se puede personalizar la misma, incluso optando por el grado en el que uno quiere que esté presente, sino que también se puede acceder a ciertas herramientas a través de la red (por ejemplo, mostrar con más claridad un cielo estrellado).

Son muchas las variantes introducidas en esta nueva dimensión virtual, que la vuelven bastante interesada, pero lo que más me gustó de todo es precisamente eso, que se puede aplicar a la realidad; no es como si las personas que se la pasan conectadas tengan que recurrir a sarcófagos o se vean limitados en sus movimiento, siguen con su día a día como si nada y eso hizo que sintiera esa realidad virtual como más cercana. Es un mundo en el cual a uno le gustaría sumergirse.

Y, sin dudas, otra cosa que me llamó la atención es, duh, el Warcross. Como amante de los videojuegos y los deportes que soy, amé el desarrollo que le dio Marie Lu. Partiendo de una base simple, como podría ser “atrapar la bandera”, lo rebuscó de tal forma que no solo lo volvió entretenido, sino que logró que cada partido tuviese lo suyo. Si bien no se describe cada juego, porque en eso se iría todo el libro, me vi inmersa por completo en los que si llegó a ahondar.

Sin dudas los personajes también ayudan en eso; cada uno tiene su personalidad única y peculiar, y mientras avanzaba por la novela, cada vez que mencionaban al equipo de Emika, no podía evitar pensar en Big Hero 6. Si bien no hay demasiado desarrollo a nivel personal (o por lo menos no tanto porque todo transcurre en un período de tiempo muy corto y se da más peso a la acción que a la evolución del personaje) las contrariedades que constantemente atacan a nuestra protagonista ayudan a que podamos ver diferentes facetas de ella. Me gustó que se recurriera a esto en lugar de a la típica evolución magistral de un personaje que a la larga acaba sintiéndose forzada.

Lo único que puedo decir que me chocó un poco es que se me hizo un poco predecible. ¿Hizo eso que no me emocionara con el final? Para nada, a pesar de que los aspectos clave de la historia se me habían hecho bastante obvios, está llevado de tal forma que no pude evitar emocionarme; me dejó también las incógnitas suficientes como para necesitar Wildcard ya a pesar de apenas haber terminado el primer libro.

Si están incursionando en Marie Lu, Warcross me parece un buen punto de partida, con una temática entretenida y una trama dinámica, en la que siempre están pasando cosas nuevas. Peeeero, eso sí, se van a perder algunos guiños a Legend que aparecen a lo largo de la historia y que bastan para sacarle a uno una sonrisa.


¡Esto es todo por hoy! ¿Leyeron algo de Marie Lu? Poco a poco voy avanzando con esta autora, que, de momento, siempre me ha sorprendido para bien. Es de esas adicciones que no necesitan superarse.

¡Hasta la próxima!