martes, 20 de octubre de 2020

[Reseña] Muerte de tinta - Cornelia Funke

 

Título: Muerte de Tinta
Título original: Tintentod
Saga: Mundo de Tinta (#1 - #2 - #3)
Autora: Cornelia Funke
Fecha de publicación: julio de 2010
Editorial: Fondo de Cultura
N° de páginas: 702
ISBN: 978-607-160-09-67







La trilogía del Mundo de Tinta se acerca a su final. La muerte de Dedo Polvoriento ha dado a la historia un giro inesperado. El destino de Mo en el Mundo de Tinta comienza a tomar su propio camino: él se ha transformado en Arrendajo y será la clave para terminar con el reinado de Cabeza de Víbora. Orfeo, sin embargo, tiene planes para hacerse con el poder modificando la historia Fenoglio mientras el viejo autor lucha contra la culpa y la impotencia. Meggie irá tras su padre mientras Resa se une a los titiriteros para salvar a los niños de Umbra de las minas de plata de la Víbora. Al final, las Mujeres Blancas seguirán reclamando la vida de Lengua de Brujo y de Dedo Polvoriento, que han hecho con ellas un trato que tal vez no puedan cumplir...

No puedo creer que terminé esta trilogía y, con ella, una de mis metas literarias de este año. Me gustó cómo se fueron llevando las cosas, al ser un libro tan largo, cada acontecimiento tiene su propio lugar y, si bien las distintas situaciones se van dando por separado, no tardan en empezar a entremezclarse, por lo que una imagen final va cobrando forma.

Fue en este último libro que me di cuenta que me había encariñado con los personajes más de lo que había notado, sobre todo con Dedo Polvoriento, a quien por alguna extraña razón (quizás por la forma en la que se suele mover) no puedo dejar de imaginármelo como Aizawa de Boku no Hero (?) Tan solo hubo un personaje cuyo final no me terminó de cerrar y fue Farid. De a ratos, su desarrollo se sintió un pelín forzado, aunque puede que esté siendo un poco quisquillosa porque es de mis personajes favoritos. Todo lo que fue ese triángulo amoroso se me hizo medio random porque no puedo dejar de ver a Meggie como a una niña.

Me gustó el final, tuvo la tensión necesaria y sus vueltas inesperadas. Sin embargo, debo admitir que, después de dicho final, el capítulo que funciona a modo de epílogo se me hizo un poco pobre; no es que esté mal, pero sentí que contrastaba demasiado con todo el resto del libro.

En fin, me pone un pelín triste despedirme de estos personajes. El trato que le da esta saga tanto a la lectura como a la escritura tiene un toque mágico que se disfruta mucho que le da muchos puntos a favor. Creo que un amante de las mismas sin dudas va a disfrutar sumergirse en estas páginas.

Como extra, siendo esta mi lectura para el desafío entre casas que nos puso Gryffindor, nos piden que hablemos del valor que más admiramos de Gryffindor y lo expliquemos con un personaje de dicha casa. Me parece también una buena oportunidad de profundizar un poco más en el asunto ya que siento que muchos personajes de esta saga serían parte de esta casa. Hay dos cosas que me gustaría resaltar de los leones: para empezar, el temple. Por lo general, el valor que más tiende a resaltar en Gryffindor es la osadía, y sí, si bien es algo importante, creo que no se suele valorar la capacidad de permanecer tranquilos ante situaciones adversas.

Obviamente, esto es algo que resalta mucho en Harry, desde situaciones tan simples como no entrar en pánico durante su primera vez volando en escoba hasta su capacidad de mantenerse en control a la hora de enfrentar un trol de la montaña por salvar a otra persona. También es una cualidad que se ve puesta a prueba de mil y un formas a lo largo de esta saga, especialmente a través de todas las dificultades que Arrendajo debe superar en este cierre de trilogía. Otro personaje que va muy ligado a ello es Resa, en este último libro le pasaron la mil y unas pobre, pero aún así, continuó luchando por su familia hasta las últimas consecuencias. Es un personaje que tiene mucho que admirar.

Pero una segunda cosa que me gusta mucho de Gryffindor y que, en lo referente a la saga, es la casa en donde más se nota, es en la diversidad y versatilidad que hay de estudiantes. Por lo general, a Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin se los suele ver en grupos y, si no van en grupos, siguen ciertas alineaciones (algo que incluso se ve remarcado cuando, en el Torneo de los Tres Magos, Beuxbatons se une a Ravenclaw en la mesa y Durmstrang se une a Slytherin). Esto probablemente se deba a que, al ser Gryffindor la casa más trabajada a lo largo de la saga, tenemos una visión más amplia de la misma que de las demás, pero es de resaltar que a Luna, por ser diferente, sus compañeros de casa le esconden las cosas y la tachan de rara, mientras que a Fred y George los leones siempre los reciben con los brazos abiertos, así como a Neville, quien en sus primeros momentos parece contradecir al “estereotipo Gryffindor”.


Ahora sí, eso es todo por hoy. ¿Cuáles son sus sagas favoritas? ¿Se aventuraron alguna vez en alguna que tuviese libros tan extensos que resultasen intimidantes? Los leo en los comentarios.

¡Hasta la próxima!


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