Saga: -
Autora: Agustina Bazterrica
Fecha de publicación: diciembre de 2017 (segunda edición)
Editorial: Alfaguara
N° de páginas: 256
ISBN: 978-987-07-3794-0
La súbita aparición de un virus letal que ataca a los
animales modifica de manera irreversible el mundo: desde las fieras hasta las
mascotas deben ser sistemáticamente sacrificadas, y su carne ya no puede ser
consumida. Los gobiernos enfrentan la situación con una decisión drástica:
legalizando la cría, reproducción, matanza y procesamiento de carne humana. El
canibalismo es ley y la sociedad ha quedado dividida en dos grupos: los que
comen y los que son comidos.
Marcos Tejo, encargado general del frigorífico Krieg,
separado de su esposa y a cargo de su padre, es un oscuro burócrata. El día en
que recibe como regalo una mujer criada para el consumo, las tentaciones lo
transforman en una conciencia peligrosa de pliegues truculentos que lo llevará
a transgredir las nuevas normas hasta límites que la sociedad desconoce.
¿Qué resto de humanidad cabe cuando los muertos son
cremados para evitar su consumo? ¿Quién es el otro si, de verdad, somos lo que
comemos? En esta despiadada distopía —tan brutal como sutil, tan alegórica como
realista—, Agustina Bazterrica inspira, con el poder explosivo de la ficción,
sensaciones y debates de suma actualidad.
¿Cómo empezar la reseña de un libro tan bueno? Supongo
que lo ideal sería con una advertencia: este libro no es para todos. Partamos
del hecho de que trata un tema bastante particular, como lo es el canibalismo;
no solo se adueña de él, sino que se desarrolla de una forma natural y cruda.
Siendo una distopía, es importante ser consciente de que, desde el principio,
estamos formando un contrato con el autor. Si no te gusta el tema, lo mejor
sería pasar a otro libro y ya.
La historia nos presenta un mundo en el que, debido a un
virus letal, la mayor parte de los animales, tanto domésticos como salvajes,
han sido exterminados. Esto tiene una gran repercusión en la sociedad. En un
principio, la postura que se impone es el veganismo, pero los científicos no
tardan en descubrir a través de los avances tecnológicos que el comer carne es
indispensable. En ese contexto vive Marcos Tejo, un adulto cuya esposa lo abandonó
tras la muerte de un bebé por el cuál lucharon mucho tiempo.
Desde esa primera instancia, la autora comienza a
plantear cuestiones interesantes, muchas de ellas puestas en escena a través de
un recurso bastante fuerte: los rumores. Una de las ideas que se impone es: “¿hasta
dónde está dispuesta a llegar la sociedad?”. Cuestiones sociales, políticas,
juegos de poder. Los temas que se tratan son para pensarlos; a pesar de ser una
distopía, se plantean situaciones que se pueden llevar a nuestro día a día.
Detrás de la crudeza de las escenas, da mucho que pensar.
Los personajes, si bien muchos de ellos son
estereotipados, son reflejos de nuestra realidad. La mayoría de ellos nos
muestran el tipo de persona en el que uno no querría convertirse. Cada uno
tiene su peso. Debo admitir que, mientras me sumergía en las páginas de la
lectura, no podía evitar pensar de vez en cuándo: ¿qué rol cumpliría yo en una
sociedad como esta?”, resultaba un poco inquietante.
A nivel de trama, resulta interesante. Nunca había leído
nada de esta escritora, pero espero poder leer más de ella pronto. Su pluma es
atrapante, adictiva. Los capítulos cortos también ayudan mucho. Si bien parte
de mí quería parar, analizar lo que estaba leyendo (y a veces, en ciertos
capítulos necesitaba una pausa), al mismo tiempo necesitaba más, más y más.
No suelo hablar de los finales, pero no puedo evitarlo en
esta ocasión. Por alguna razón, mientras leía la novela, se me dio por empezar
a leer reviews. Además de la opinión la amiga que me recomendó y prestó la
novela (a quien AMO y a sus cordones, gracias por tanto), había un par de
comentarios escritos por personas a las que sigo y suelo tomar de referentes;
en varios de ellos hacía referencia al final. Final, final, final. Había tantos
comentarios al respecto que tenía miedo de que, cuando llegase, me resultase
decepcionante. A medida que iba avanzando, me iba imaginando posibles finales,
y sí, acabé adivinando cómo terminaba la obra. Pero está TAN BIEN NARRADO, las
palabras son TAN ADECUADAS, que la sensación de inquietud fue más fuerte que
nunca.
No es fácil escribir. Cada palabra tiene una carga,
dispara algo en particular, y generar lo que surge de esta novela no es
sencillo. Está tan bien estructurada y tiene un desarrollo de tal fluidez que…
Si están dispuestos a dejar los prejuicios de lado y a
animarse con una distopía como El cadáver exquisito, sin dudas se las
recomiendo. Hace mucho que no me cruzaba con una novela que me hiciera sentir
con esta intensidad. Inquietante, sí, pero eso no me privó de disfrutar cada
una de sus páginas.
¿Les gustan las distopías? Es la primera vez que leo una escrita por una autora nacional y... OMG, gracias por escribir esta novela. ¿Les gustan las historias que, además, incluyen una crítica de trasfondo o prefieren las historias más light? ¡Cuéntenme en los comentarios!
¡Hasta la próxima!
Una mierda de distopía. Ni de lejos comparable con las de Atwood. Menos aún con las de Orwell o Huxley.
ResponderBorrarGracias. Me lo estoy leyendo y, la verdad, voy a pasar. Hacia mucho que no leía algo tanto malo, es tremendendamente plano y se queda en la superficie. Gracias por decir la verdad y no poner que hay que leerlo sin falta... Bla bla bla. De verdad que hasta me he enfadado de haberme gastado el dinero en esto.
Borrarlibro asqueroso
ResponderBorrarUn libro genial. De esos para retomarlo más adelante y seguir descubriendo otros aspectos o detalles para razonar.
ResponderBorrarViendo los dos comentarios de acá arriba, te da la razón en que no es un libro para cualquiera.
Un libro con muy pocas ideas;muy comun la historia y con poco suspenso;para mi no merecia ganar el primer premio
ResponderBorrarUn libro muy malo y con pocos argumentos
ResponderBorrarEmpecé a leerlo con demasiadas expectativas, me pareció plano en la trama, con los personajes. Frases repetidas. Esperaba más suspenso, más acción.
ResponderBorrarPlanilandia
ResponderBorrarSe repite a sí misma: lugar del horror, el protagonista siente asco -pero trabaja en un frigorífico porque "no sabe hacer otra cosa"... dale, padre, algo se te puede ocurrir- recuerdos del pasado, metáforas cansadoras sobre las palabras yyy un final forzado con el solo fin de causar impacto.
Le doy 2 paulas de 10 por la idea.
Ni siquiera me molesta el canibalismo, no me da asco nada de eso, solo cómo está escrito.
BorrarAh y alto chantaje emocional lo de los perritos eh
Esta novela me pareció escrita de modo sumamente incompetente. Como señalaron en otros comentarios, es reiterativa, sentimental, manipulativa. El hecho central que narra, la canibalización industrializada, puede servir de analogía para muchas cosas --el capitalismo salvaje, la violencia sobre el mundo natural y los discursos que sostienen la mirada antropocéntrica que naturalizan esa violencia. Pero la autora arma el universo de la historia de modo tan torpe que, en mi caso, no me creí por un instante la realidad de lo que contaba, que se pudieran canibalizar humanos de ese modo, que esto sucediera en todo el mundo y que la transición a este estado de cosas hubiera pasado en el espacio de una generación.
ResponderBorrarSi traés una premisa tan poco realista, vas a tener que hacer malabares para que el público lector la crea. En este sentido me hizo acordar a dos novelas que narran distopías también poco probables: Fahrenheit 451 de Bradbury y El cuento de la criada de Atwood. Estas dos novelas hacen un trabajo increíble al convencernos de la realidad de esos mundos. Cada una usa procedimientos distintos, el resultado es feliz. Por comparación, Cadáver exquisito es el balbuceo de una autora incompetente y holgazana. Una lástima porque quizá la idea podría haberse aprovechado bien.
Más allá de la metáfora central de la novela, como han señalado en otros comentarios, los personajes son planos, la crítica social es explícita, redundante y anticuada. Hay tantos problemas de estructura que me da la impresión de que Bazterrica simplemente no sabe narrar, o no le interesa hacer el esfuerzo. No sé cuántas veces a lo largo del libro reitera información. Y como no puede construir sólidamente el mundo que está contando, la arbitrariedad de la narración (el hecho de que la narradora elige qué contarnos y qué no) queda al descubierto todo el tiempo, en especial al final.
Me gustaría explayarme en ejemplos concretos pero no vale la pena. Esta novela no pasaría un taller literario... Un desastre, una pérdida de tiempo.