Título: Pétalos al viento
Título original: Petals on the Wind
Saga: Dollanganger (#1 - #2)
Autor: V.C. Andrews
Fecha de publicación: octubre de 2015
Editorial: Debolsillo
N° de páginas: 552
ISBN: 978-849-759-66-40
Continuación de la inolvidable Flores en el ático, la presente novela está escrita con la misma maestría y sensibilidad, pero lleva la historia de la familia Dollanganger a extremos de subyugante tensión. En efecto, lo que en la anterior novela era ternura infantil ahora se ha convertido en erotismo, resentimiento y astucia...
A Cathy, Chris y Carrie, el recuerdo de la terrorífica experiencia en el desván de la mansión Foxworth Hall siempre los atormentará. Su madre, que siempre había sido cariñosa y atenta, se vio empujada a actuar como si no existieran. Sucumbió a las manipulaciones de la desalmada Olivia Foxworth, quien la convenció de que los niños eran fruto del pecado. Pero ellos no tiene culpa de nada... O al menos eso creen.
Ahora, Cathy Dollanganger está segura de lo que hay que hacer. Ha llegado el momento. Es lo bastante fuerte como para demostrar a su madre y a su abuela de una vez por todas que el dolor que les han infligido jamás será perdonado.
Partiendo
de una base bastante dramática en la primer novela de la serie, esta
continuación se muestra a la altura. La historia comienza en el punto en el que
concluyó la anterior, con Cathy, Carrie y Chris a la deriva, buscando escapar
de las garras de su familia sin mucho que ofrecer al mundo. La situación
empeora cuando la pequeña de los tres resulta enferma y ambos hermanos parecen
conocer la razón detrás de ello. Su fortuna cambia cuando una mujer de carácter
maternal se ofrece a llevarlos con un doctor que ella conoce.
Es así
que los tres hermanos llegan a la casa del doctor Paul quien, interesado en la
historia de los tres niños, insiste para que se queden en lo que Carrie
recupera su estado de salud. Poco tiempo pasa antes de que se den cuenta de
que, a pesar de ser libres, las secuelas de su pasado continuarán
persiguiéndolos. La salud de su hermanita es frágil, la falta de un hermano y
la carga de un amor pecaminoso invita a Cathy a refugiarse en el amparo que
Paul les ofrece.
Tengo
sentimientos encontrados con este libro. Por un lado, me gustó ver a Cathy
convirtiéndose en bailarina y luchando por sus sueños, lo mismo que a Chris,
quien vuelca todos sus esfuerzos en convertirse el médico que siempre quiso
ser; la historia de Carrie me dio mucha pena, pero siendo la más pequeña de los
tres y apenas teniendo recuerdos claros de su madre, se ve arrancada de la
compañía de sus hermanos de un momento a otro y forzada a convivir con chicas
que tuvieron una infancia totalmente distinta a la suya.
El
problema de todo fue la parte romántica de la cuestión, si es que a eso se le
puede llamar romántico. Viéndolo desde un punto de vista neutral, debo admitir
que el amor entre Chris y Cathy no me desagradó; son hermanos, pero la
necesidad que tienen por el otro se me hace comprensible al ver el trasfondo de
la relación. Pero al verse fuera del ático, la presión social arrastra a Cathy
a un paso en el que la desesperación por apartarse de Chris es tal que la lleva
a agarrarse a lo primero que se le cruza.
Supongamos
por un momento que alguna de esas relaciones tiene sentido; en este caso creo yo
que sería la de Paul. A pesar de la diferencia de edad (y que, por parte de
Paul me resultó bastante chocante), Cathy tiene tal necesidad de que su hermano
siga con su vida que se enfoca en el único hombre que, hasta el momento, le
ofreció un poco de seguridad. Sí, Paul tiene su pasado turbio y no es tan santo
como lo pintan de a ratos (I mean, ya desde el principio da a entender que le
hace ojitos a Cathy).
El
problema viene después. Como si no fuese ya bastante chocante que Cathy ande
con un hombre 25 años mayor que ella, lo acaba dejando de un momento para otro
para casarse con un chico que, hasta entonces, se había mostrado ya violento y
abusivo con ella, además de que tiene una clara obsesión por ella. ¿Y qué hace ella?
Justificar sus acciones. Julián la aparta de su familia y la sumerge en un
ciclo de malestar. Esto me pareció terrible. Julián me pareció un personaje
terrible.
Y
después, para colmo, tenemos el tercer strike: Bart. El principal motor que
impulsa a Cathy a acercarse a Bart es la venganza; ni siquiera el hijo al que
dio a luz tiene la fuerza necesaria como para que se olvide de la necesidad de
vengarse de su madre. Bart es su segundo
esposo y ella lo quiere para ella. Pero el abogado que tan dispuesto a ayudar
parece en un principio, no tarda en mostrar su otra cara, porque, ya saben, las
mujeres siempre tienen la culpa.
Violencia,
pedofilia, violación, este libro lo tiene todo, y si bien la trama resulta
interesante, el desarrollo descontrolado de Cathy llega a resultar aborrecible.
Ella ha perdido el control total de su vida y la venganza, impulso principal
del personaje en este segundo libre, no me pareció una justificación
suficiente. De tal forma, de a ratos, parecía más la historia de una chica con
muy mala suerte que tomó todas las decisiones incorrectas en la vida que la
historia que otra cosa. Fue demasiado para un solo libro, tremendo morbo.
Algo que
sí me gustó fue el final; la simbología del fuego, que acaba con todo a la vez
que purifica. Me pareció un final bastante acorde. Voy a seguir leyendo la
serie, me interesa ver qué va a pasar con los personajes; solo espero que Cathy
no siga así y que le baje un poco a la intensidad, si no por los lectores, por
ella.
Hooola! Esta es la unica saga que termine, la unica.
ResponderBorrarNo podia para de leerla, me encanto.Pese a lo feito de varias situaciones como bien cuentas en tu entrada no fui capaz de quedarme con la espina.
Que locura, no? Gracias por la entrada, saludosbuhos!!!
Totalmente, en este momento ando leyendo el cuarto y no puedo con Bart. Es de esas sagas que te hacen pensar "¿qué carajos?", pero a la vez no podés parar de leer. Estoy intentando que me duren más pero uff, van de una cosa a la otra y se hace difícil.
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