sábado, 10 de marzo de 2018

[Reseña] Nosotros después de las doce - Laia Soler





Título: Nosotros después de las doce
Saga: -
Autora: Laia Soler
Fecha de publicación: junio de 2016 (1° edición)
Editorial: Urano - Puck
N° de páginas: 320
ISBN: 978-950-788-262-3









Aurora vive en Valira, un pequeño pueblo alojado entre montañas. No cree en los cuentos de hadas, pero sí en la magia. Al fin y al cabo, Valira debe su nombre a la reina del pueblo feérico que en otro tiempo lo habitó. Cuenta la leyenda que la sangre de las hadas aún corre por las venas de los lugareños, que el pozo de la plaza alberga el espíritu de aquella reina enamorada y que las figuras del antiguo carrusel de la plaza poseen propiedades mágicas. No, en Valira nadie se atrevería a negar la existencia de la magia.
La víspera de San Juan, la noche más mágica del año, la mejor amiga de Aurora, Erin, regresa a Valira después de dos años de ausencia. Y con ella ha vuelto Teo, su hermano mellizo, cuya presencia Aurora prefiere evitar. Pero Aurora pronto descubre que el Teo que tiene delante no se parece al chico que recuerda. Y cuando el más poderoso de los sentimientos asoma entre los dos, cae sobre Aurora una sombra de dudas cuyo origen no se puede explicar. ¿O sí?


Primero que nada, les cuento que esta fue la LC del mes de marzo en Érase CL. Como siempre, fue un placer ignorar el cronograma de lectura con ustedes, porque todos sabemos que, por más que durante los dos primeros días lo intentamos, al final no podemos contener nuestra hambre de más. Este es el segundo libro que leemos con el club de la autora Laia Soler y fíjense que nos gustó tanto que ya planeamos un motín para leer Los días que nos separan y Tú y yo después del invierno, spin-off de NDDLD que vio la luz en estos últimos días. Laia pasión.


La historia nos adentra en Valira, lugar en el que reside Aurora, una chica que detesta su nombre por el hecho de que sus padres la nombraron así en base a la princesa Disney solo para que luego descubriera que, en la historia tradicional, Aurora era la hija de la Bella Durmiente, producto de la violación del príncipe. Valira es un pueblo montañoso en el que los chismes son el pan de cada día y cada persona conoce a sus vecinos, en donde cada año, tanto en verano como en invierno, los forasteros se convierten en el interés central de quienes allí residen. Pero lo más importante de Valira es la magia, pues las raíces del pueblo están firmemente entrelazadas con el gran amor de la reina de las hadas, Valira, y de un humano que allí residía en aquel entonces.

Una de las atracciones principales del pueblo consiste en el carrusel, uno de los más antiguos de Europa. Según cuenta la leyenda, cada figura es mágica, por ello el abuelo de Aurora, quien lo conduce, le recomienda a cada persona que desea subirse a él, una figura en específico: "los corceles marrones si queréis valentía, los blancos si lo que buscáis es arreglar una amistad malograda, la carroza si deseáis que vuestra persona amada os corresponda". Y luego está el segundo piso, en el que reside el caballo dorado, ¿desean saber cuál es su magia? Deberán leer el libro para saberlo.

Les hablaré ahora de Aurora la Rompecorazones, vaya apodo, ¿verdad? Y es que ella se lo ha ganado con el transcurso de los años, pues cada forastero que intenta algo con ella o acaba bien parado. ¿La razón? Aurora no quiere nada serio. Si bien al principio me parecía un tanto frívola, con el correr de los capítulos le fui tomando cariño. Ella el la hija de los dueños de una panadería, herencia de la familia del padre, que ha pasado de generación en generación. ¿Cuál es el problema con ella? Su falta de interés hacia el mundo, nos pasamos la mitad del libro sin saber qué cosas le interesan.

Por otro lado tenemos al misterioso Teo, un chico que, junto a su familia, regresa al pueblo después de dos años fuera. Teo es un artista, futuro estudiante de Bellas Artes. Abierto, carismático y coqueto, es todo lo contrario a como Aurora lo recordaba. Me sentí muy identificada con él, es la típica persona que se muestra animada todo el rato pero que, detrás de esa sonrisa, oculta una profundidad que no muchos pueden ver.

Cuando empecé el libro, no me enganché tan rápido como con el anterior que había leído de Laia, Heima es hogar en islandés (cuya reseña, por cierto, tienen AQUÍ). Quizás se debió a que me gustan mucho las novelas de viaje, o tal vez fue que, por alguna razón que todavía no acabo de descubrir, me encanta Islandia. Tenía miedo que, después de lo mucho que me había gustado el otro libro, éste me acabase decepcionando. Nada más lejos de la realidad, si bien había muchas cosas que no me cerraban en la historia, de pronto todo hizo click, se nota que es una trama pensada y organizada, de pronto todo tiene sentido.

Algo que también me gusta mucho de las obras de Laia en general es su constante alusión a la magia y la naturaleza. Ella te transporta a pueblos perdidos en las montañas, islas alejadas cercanas a los glaciares en los que la belleza natural es la que prevalece por sobre la mano del hombre. Me encanta ver personajes que respetan su entorno y cuidan de él, aprenden a amarlo. Creo que por eso es que uno de mis personajes favoritos es Erin, la melliza de Teo, que es quien más apego muestra por su pueblo.


Y hablando de Erin, este año salió el spin-off de Nosotros después de las doce, Tú y yo después del invierno, y se centra en este personaje. No sé demasiado acerca del libro y, la verdad, preferí no investigar demasiado. Estoy segura de que algo de realismo mágico va a haber de por medio, sobre todo siendo que el haya en el que la reina Valira y su amante humano declararon su amor se encuentra en el patio de su casa. Por demás, prefiero esperar; con Laia, las sorpresas siempre son agradables. Además, MIREN LO QUE ES ESA PORTADA. Me muero por leerlo, espero que pronto llegue a Argentina.


Lo único que no me terminó de cerrar fue el final, me pareció muy precipitado, como que me esperaba algo más, un epílogo un par de años después o algo así. Creo que la protagonista tenía bastantes conflictos por resolver y, más allá del "todo va a estar bien" me habría gustado ver cómo esas cuestiones se solucionaban, aunque sea en un epílogo en plan "un par de años después". 

¡Eso es todo por hoy! ¿Leyeron algo de Laia? Si bien no soy muy del romance, las parejas que ella crea se me hacen de lo más tiernas, y la presencia de la fantasía hace que todo sea más lindo todavía. ¿Qué opinan del realismo mágico? ¡Cuéntenme más en los comentarios!

¡Hasta la próxima!

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