Título:
Maestros de la escritura
Saga: -
Autora:
Liliana Villanueva
Fecha de
publicación: febrero de 2020
Editorial:
Ediciones Godot
N° de
páginas: 272
ISBN:
978-987-4086-86-0
Si se intentara armar una historia
de la escritura a partir de la influencia de los maestros en la literatura
rioplatense la lista sería larga, pero son pocos los escritores creadores que
dedicaron gran parte de su tiempo y de sus vidas a la enseñanza directa de la
escritura a través de talleres. Abelardo Castillo, Liliana Heker, Hebe Uhart,
María Esther Gilio, Mario Levrero, Alberto Laiseca, Alicia Steimberg y Leila
Guerriero son los maestros y maestras que con sus talleres ya legendarios han
hecho escuela, los que ayudaron a encontrar el rumbo a nuevas generaciones de
escritores, cronistas y periodistas. A partir de innumerables entrevistas y de
una investigación sobre el origen de los talleres, que surgieron a fines de los
sesenta del siglo xx, se exponen en este libro los diferentes procesos de
enseñanza de la escritura resumidos en ocho extensos capítulos.
“Una y otra vez debo constatar la
suerte que tuve de haber contado —no solo en la escritura— con maestros y
maestras que me acompañaron en mis procesos de aprendizaje y supieron ‘soltarme’
en el momento preciso. No sabría decir cuánto de lo que soy les debo a ellos y
ellas”.
Ante todo, quiero agradecer a
Babelio por haberme enviado este libro en colaboración vía Masa Crítica; para
alguien que tiene en planes introducirse en una carrera relacionada a la
escritura el año entrante, era el libro justo.
Este es un libro de escritores. La
autora, Liliana Villanueva, con cuenta su experiencia con cada uno de los
autores, ya sea a través de una entrevista, a través de intercambios con
estudiantes de los maestros o a través de su propia experiencia en los talleres
de los que nos habla. Cada uno de los mencionados tiene sus propias
peculiaridades; sus formas de encarar el taller, lo indispensable o no del
mismo, todo varía de uno a otro, incluyendo sus especialidades. Pero todos han
dejado su huella en la literatura rioplatense.
Creo que es un libro ideal para
aquellos que están interesados en la escritura. ¿Por qué? Porque la diversidad
de testimonios deja una cosa en claro: no hay un camino establecido, las
posibilidades son muchas; de hecho, uno de los autores mencionados dice “no hay
nada que se parezca tanto a la escritura como un sendero”, depende de uno de
qué forma decida recorrerlo. A prueba y error, la única manera de encontrar
nuestra voz y estilo, en efecto, escribiendo.
Otra de las cosas que resalto es que
la autora no se haya enfocado en la narrativa; hay de todo un poco, incluso
dentro de los distintos formatos: crónicas de la infancia, crónicas de viaje,
memorias, etc. Los entrevistados son muy diferentes unos de otros, de modo que
no solo es un buen punto de partida para conocer a nuevos escritores (por mi
parte, mi terreno suele ser lo narrativo, así que me pareció muy interesante
ahondar un poco más en la vida de periodistas y cronistas), sino, a su vez,
para enfocarnos un poco más en lo que nos gusta.
Cada uno carga consigo una historia
que contar y Liliana les da espacio a ello; no se centra únicamente en la
experiencia del taller, sino que también se cuenta un poco de la vida de cada
uno, del cómo llegaron a conformar dicho taller y lo que significan sus
estudiantes para cada uno. Más allá del carácter práctico (el poder darse una
idea de cómo funcionan los talleres de escritura si uno nunca fue a uno,
algunos ejercicios que incluye el libro, etc.) son historias interesantes de
leer. En mi caso, me resultaron atrapantes en demasía las relacionadas con la
dictadura y la búsqueda del espacio de expresión, así como la manera de encarar
las situaciones de María Esther Gilio.
Es un
libro que disfruté muchísimo y, si bien lo recomiendo especialmente para
aquellos que gusten de escribir, también creo que podría interesar a cualquiera
que desee conocer o leer un poco más acerca de personas que influyeron en
nuestro país. Liliana tiene un estilo claro y bastante directo, de modo que la
lectura se hace bastante llevadera y, salpicada de anécdotas y experiencias
personales, resulta incluso entretenido.
¡Esto es todo por hoy! ¿Cuáles son sus escritores favoritos? Cuéntenme en los comentarios.
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