miércoles, 23 de diciembre de 2020

[Reseña] Maestros de la escritura - Liliana Villanueva

 


Título: Maestros de la escritura
Saga: -
Autora: Liliana Villanueva
Fecha de publicación: febrero de 2020
Editorial: Ediciones Godot
N° de páginas: 272
ISBN: 978-987-4086-86-0









Si se intentara armar una historia de la escritura a partir de la influencia de los maestros en la literatura rioplatense la lista sería larga, pero son pocos los escritores creadores que dedicaron gran parte de su tiempo y de sus vidas a la enseñanza directa de la escritura a través de talleres. Abelardo Castillo, Liliana Heker, Hebe Uhart, María Esther Gilio, Mario Levrero, Alberto Laiseca, Alicia Steimberg y Leila Guerriero son los maestros y maestras que con sus talleres ya legendarios han hecho escuela, los que ayudaron a encontrar el rumbo a nuevas generaciones de escritores, cronistas y periodistas. A partir de innumerables entrevistas y de una investigación sobre el origen de los talleres, que surgieron a fines de los sesenta del siglo xx, se exponen en este libro los diferentes procesos de enseñanza de la escritura resumidos en ocho extensos capítulos.

“Una y otra vez debo constatar la suerte que tuve de haber contado —no solo en la escritura— con maestros y maestras que me acompañaron en mis procesos de aprendizaje y supieron ‘soltarme’ en el momento preciso. No sabría decir cuánto de lo que soy les debo a ellos y ellas”.



Ante todo, quiero agradecer a Babelio por haberme enviado este libro en colaboración vía Masa Crítica; para alguien que tiene en planes introducirse en una carrera relacionada a la escritura el año entrante, era el libro justo.

Este es un libro de escritores. La autora, Liliana Villanueva, con cuenta su experiencia con cada uno de los autores, ya sea a través de una entrevista, a través de intercambios con estudiantes de los maestros o a través de su propia experiencia en los talleres de los que nos habla. Cada uno de los mencionados tiene sus propias peculiaridades; sus formas de encarar el taller, lo indispensable o no del mismo, todo varía de uno a otro, incluyendo sus especialidades. Pero todos han dejado su huella en la literatura rioplatense.

Creo que es un libro ideal para aquellos que están interesados en la escritura. ¿Por qué? Porque la diversidad de testimonios deja una cosa en claro: no hay un camino establecido, las posibilidades son muchas; de hecho, uno de los autores mencionados dice “no hay nada que se parezca tanto a la escritura como un sendero”, depende de uno de qué forma decida recorrerlo. A prueba y error, la única manera de encontrar nuestra voz y estilo, en efecto, escribiendo.

Otra de las cosas que resalto es que la autora no se haya enfocado en la narrativa; hay de todo un poco, incluso dentro de los distintos formatos: crónicas de la infancia, crónicas de viaje, memorias, etc. Los entrevistados son muy diferentes unos de otros, de modo que no solo es un buen punto de partida para conocer a nuevos escritores (por mi parte, mi terreno suele ser lo narrativo, así que me pareció muy interesante ahondar un poco más en la vida de periodistas y cronistas), sino, a su vez, para enfocarnos un poco más en lo que nos gusta.

Cada uno carga consigo una historia que contar y Liliana les da espacio a ello; no se centra únicamente en la experiencia del taller, sino que también se cuenta un poco de la vida de cada uno, del cómo llegaron a conformar dicho taller y lo que significan sus estudiantes para cada uno. Más allá del carácter práctico (el poder darse una idea de cómo funcionan los talleres de escritura si uno nunca fue a uno, algunos ejercicios que incluye el libro, etc.) son historias interesantes de leer. En mi caso, me resultaron atrapantes en demasía las relacionadas con la dictadura y la búsqueda del espacio de expresión, así como la manera de encarar las situaciones de María Esther Gilio.

Es un libro que disfruté muchísimo y, si bien lo recomiendo especialmente para aquellos que gusten de escribir, también creo que podría interesar a cualquiera que desee conocer o leer un poco más acerca de personas que influyeron en nuestro país. Liliana tiene un estilo claro y bastante directo, de modo que la lectura se hace bastante llevadera y, salpicada de anécdotas y experiencias personales, resulta incluso entretenido.


¡Esto es todo por hoy! ¿Cuáles son sus escritores favoritos? Cuéntenme en los comentarios.

¡Hasta la próxima!

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